Entrada fijada
¿Y si una bici pudiera cambiar un destino? 🚲✨
Hoy, desde IIIRODAS, nos sentimos profundamente afortunados de haber cruzado camino con una propuesta tan bonita como poderosa: una escuela de ciclismo en el municipio de Anorí, Antioquia, donde un grupo de niños y niñas, muchos no mayores de 15 años, están encontrando en el ciclismo de ruta una pasión que los impulsa, los motiva y, sobre todo, les da esperanza. ❤️🚂

Todo comenzó con una llamada que quedó grabada en nuestro corazón. Don Rubén, un apasionado entrenador de ciclismo, se comunicó conmigo y me dijo: “John, ¿es verdad que ustedes van a traer un evento a Anorí?”. Yo le respondí con el corazón en la mano: “Sí, don Rubén, esa es la idea. Sabemos que no será fácil, que el conflicto y la estigmatización de esta subregión pueden hacer que algunos duden, pero vamos con quienes sean valientes, decididos y crean en esto como nosotros”. 🏋️♂️🙏
Don Rubén no dudó: “John, yo tengo un grupo de niños, manejo una escuelita de ciclismo, y nos encantaría acompañarlos”. En ese instante supe que esta historia debía ser contada. Siendo yo mismo un hijo del Nordeste, me dolió no conocer antes este proceso tan valioso. Me llené de orgullo, y decidí que, con mi amigo y socio de sueños, Lucho Gaviria, pondríamos esta escuelita en la vista de todo Antioquia. 🚀🌍

IIIRODAS nació para esto: para visibilizar, para motivar, para sumar propósitos. Y este... este se convirtió en uno muy especial. Porque el sueño de don Rubén y de sus niños es también el nuestro. Porque sabemos que el ciclismo no es un deporte fácil, ni barato. Pero también sabemos que cuando se tiene un sueño, lo imposible empieza a parecer alcanzable. 🚤💜

Desde que hicimos el primer evento en Anorí, tanto Lucho como yo sentimos que algo se encendió. No podemos explicar exactamente qué fue, pero algo cambió en nosotros. Una convicción nació: estamos facilitando motivación. Y quizás eso ya sea suficiente. O quizás no. Porque nuestro sueño más loco —y lo decimos con una sonrisa enorme— es ver a uno o varios de estos niños en un pelotón nacional... ¡o por qué no, internacional! Ese día, las lágrimas no se detendrán. 🌟😭
Alguien me dijo hace poco: “Jero, con solo tener la certeza de que los tenemos entretenidos, motivados, que no han abandonado las bicis gracias al apoyo, ya tienes suficiente para sentirte orgulloso”. Y sí, quizá la fórmula del orgullo se pueda reformular... 😉

Estos niños que ves en las fotos no son solo pequeños ciclistas. Son la razón de un propósito. Son el motor de una campaña que en 2025 queremos llevar más lejos. Queremos armar dos bicicletas de ruta. Don Rubén ya tiene dos marcos, y desde IIIRODAS estamos buscando todas las estrategias posibles para completarlas.

Una de ellas es a través de la donación de partes de bici en perfecto estado que ya no usen. Otra, es a través de la edición especial del jersey TEAM IIIRDS, cuyas utilidades estarán destinadas a la compra de partes para estas bicis. 🏅🚒
La opción que elijas nacerá de tu corazón. Aquí no hay presión, no hay camisa de fuerza. Esto es un acto de amor, de empatía, de creer que una bici puede cambiar un destino.
Porque como lo decía el Chavito, nuestro ciclista de las sonrisas eternas:
“¡Los sueños sí se cumplen!” 🚀🙌
¡Gracias por soñar con nosotros!😍
Este sueño continuara... vamos poco a poco.